JEREMY CORBYN EL "PABLO IGLESIAS" BRITÁNICO, NUEVO LÍDER DEL PARTIDO LABORISTA. "JEZ WE CAN" (SI SE PUEDE)
* La victoria de Corbyn supone un giro a la izquierda de los
laboristas y una derrota del aparato del partido; en estos momentos está recibiendo los peores ataques de la derecha británica, con acusaciones falsas, insultos... ¿será porque hay posibilidades de que tenga el botón nuclear ingles?
* El candidato, un activista "indignado" recibió apoyo de las bases y de los verdaderos sindicatos clasistas, venciendo en la primera ronda con un 59,5% de los votos emitidos.
Corbyn, de 66 años, ha ganado las elecciones primarias para
liderar el Partido Laborista con un 59,5% de los votos. El político es a menudo
comparado en medios españoles con Pablo Iglesias, el líder del partido español
Podemos, al tratarse ambos de figuras emergentes de izquierda en sus
respectivos países y con su mensaje contundente contra las política de
austeridad del 'premier' David Cameron.
Corbyn se impuso al resto de los candidatos por un amplio
margen. El 59,5 % de los más de 400.000 militantes laboristas de viejo y de
nuevo cuño votaron por el veterano candidato, jaleado por decenas de seguidores
a la salida del centro de conferencias Queen Elizabeth II de Londres a los
gritos de "Jez We Can".
Jeremy Corbyn dedicó su discurso inaugural a "los
viejos y nuevos militantes del partido". "Hemos crecido en estos tres
meses", dijo. "El laborismo vuelve a atraer a aquellos que se fueron
porque vieron sus ideales traicionados. A todos ellos les digo: bienvenidos de
vuelta. También doy la bienvenida a miles de jóvenes que vuelven a interesarse
en la política y que hasta ahora se mantenían lejos por culpa de los
políticos".
Corbyn tendió la mano a los refugiados y criticó duramente
"la falta de compasión y de visión de David Cameron". "Vivimos
en un solo mundo y tenemos que estar a la altura de las circunstancias",
dijo Corbyn. De hecho, su primer acto político fue en una manifestación en
apoyo a los refugiados en la que se congregaron miles de personas, en Londres.
El 'Podemos británico', como le ha bautizado popularmente la
prensa, arrancó como caballo perdedor en las encuestas y se erigió en favorito
en la recta final, gracias al apoyo entusiasta de 16.000 voluntarios y con la
promesa de devolver el laborismo a sus principios tras el viraje emprendido
desde la era Blair.
El nuevo líder laborista ha prometido luchar desde la
oposición por "una nueva manera de hacer política y por una economía que
funcione para todos".
Corbyn ha querido aplacar los temores a una ruptura del
partido tendiendo una mano a los moderados y ofreciendo el puesto de líder
adjunto a Tom Watson. "No me presenté a la elección para dividir el
partido, sino para crear un debate", ha dicho. "Nuestra misión ahora
es aunar posturas y presentar una estrategia electoral que nos permita llegar
al Gobierno en el 2020".
APOYO A LOS REFUGIADOS.
Tres horas de su elección, Corbyn se subió las mangas y se
sumó a la multitudinaria manifestación de apoyo a los refugiados en Londres. Un
río de más de 100.000 personas colapsó las calles de la capital británica hasta
llegar a las puertas de Westminster, donde su fundieron los gritos de
"Refugees Welcome" ("Bienvenidos, refugiados") y los de
"Jez we can" (la versión corbyniana del "sí se puede").
"Juntos por la paz, justos por justicia y juntos por la
humanidad debe ser el camino a seguir", proclamó Corbyn, que en su día
encabezó las protestas contra su correligionario Tony Blair contra la guerra de
Irak en este mismo escenario.
Corbyn aprovechó su intervención para lanzar sus primeras
críticas contra el premier, David Cameron, por su falta de compasión ante los
refugiados: "Tenemos que abrir nuestros corazones, nuestras mentes y
nuestras actitudes para ayudar a la gente que está desesperada, que necesita un
lugar seguro para vivir y que son seres humanos como nosotros".
En su primer discurso líder laborista, y tras criticar
Cameron por las políticas de austeridad, Corbyn puso el tema de los refugiados
en primera línea de fuego, con referencia implñicita a la "guerra" de
Blair: "Vamos a tratar al crisis de los refugiados con humanidad, con
apoyo y compasión. Y vamos a reconocer que ir a la guerra genera un legado de
amargura y de problemas como los que estamos viendo".
"Es increíble cómo la percepción de la crisis ha
cambiado en Europa en las últimas semanas", agregó Corbyn. "La gente
ha entendido por fin que estamos ante las víctimas de la guerra, que vienen de
lugares terribles y que están intentando ejercer sus derechos como
refugiados".
La intervención del nuevo líder de la izquierda se produjo,
nada casualmente, en la mayor convergencia del activismo británico en los
últimos meses. Amnistía Internacional, el Consejo de los Refugiados, el
Movimiento de Solidaridad con Siria y la Coalición Parar la Guerra unieron sus
fuerzas con un fervor inusitado a las puertas del Parlamento de Westminster.
"Jeremy ha sido siempre un activista y un organizador,
y su presencia entre nosotros tiene una alta carga simbólica tal día como
hoy", declaró sobre la marcha el laboristas Sam Weinstein, 66 años (la
misma que su nuevo líder). "Aquí estuvimos con él protestando contra la
guerra de Irak y aquí volvemos a estar pidiendo compasión hacia los
refugiados... Mal que le pese a Tony Blair, que a estas horas puede estar
pensando en un trasplante de corazón y pensando en rendir cuentas por sus tropelías
ante el Tribunal de la Haya".
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